El futbolista cree que el árbitro pudo confundirse, creyendo que lo hizo contra un oponente
Sí, no te mentimos: el episodio que parece sacado de una comedia pasó en un partido de la liga de aficionados entre el Järna SK y el SK Pershagens. El pedorro, Adan Lindin Ljungkvist, no entendió nada: al fin y al cabo, él sólo había soltado una flatulencia.
La acción se dio cuando el árbitro escuchó el estruendo y sintió el mal olor, por lo que decidió mostrarle la segunda amarilla y expulsarlo del terreno de juego.
«Yo estaba mal del estómago y en el último minuto del partido me tiro un pedo, entonces el juez vino y me mostró la tarjeta amarilla, y a continuación una roja», explicó el futbolista a los medios.
«Fue una vergüenza extraña, no podía creerlo. Creo que se escuchó demasiado fuerte. Fue como un estruendo», afirmó.
El jugador cree que el árbitro pudo haberse confundido: «Lo que sospecho es que él pensó que lo había hecho contra un oponente. Pero no creo que sea especialmente inteligente provocar a un rival con un pedo».
«Ahora sólo me río de ello. Nunca he oído hablar de un jugador que sea expulsado por tirarse un pedo», dijo sonriendo.
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