El juez titular de la Junta Central Electoral (JCE) citó un incidente ocurrido en Monseñor Nouel, donde perdieron la vida dos regidores del PRD y dos dirigentes del PLD
El doctor Eddy Olivares Ortega, juez titular de la Junta Central Electoral (JCE), dijo que la cultura antidemocrática que caracteriza a las agrupaciones políticas constituye una muestra de una necesaria Ley de Partidos, que establezca la implementación de elecciones primarias para la escogencia de los directivos de esas entidades, lo mismo que para la elección de los candidatos a cargos de votación popular.
Indicó que la Ley de Partidos se hace necesaria y que la misma debe disponer, tal y como lo dispone la constitución para los cargos de elección popular, una fecha fija e inaplazable para la escogencia de sus directivos, así como la implementación de las primarias simultáneas, administradas por la Junta Central Electoral, para la elección de los candidatos a los cargos de elección popular.
Según el juez titular de la JCE, existe un gran temor en las cúpulas de los partidos políticos, y ese temor es el que impide que en las agrupaciones políticas se empleen mecanismos de elección democráticos.
“El origen del temor a la democracia reside en las élites de los partidos políticos, los cuales producto de esto se resisten a elegir democráticamente a sus directivos y a sus candidatos”, señaló.
Dijo que para la toma de posesión de las autoridades edilicias en este año se emplearon presiones contrarias a la democracia, para orientar el voto de los ediles hacia una misma dirección, y se especuló acerca de la tragedia acontecida el 16 de agosto del 2005 en el municipio de Piedra Blanca, provincia Monseñor Nouel, en la que, producto de una disputa por la escogencia del presidente de la Sala Capitular, perdieron la vida dos regidores del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y dos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Manifestó que esa tragedia fue utilizada para amedrentar a los concejales de los 158 Ayuntamientos y los 234 distritos municipales de la República Dominicana.
Dijo que afortunadamente el propósito de obligar a los regidores a renunciar a la regla de la mayoría, al momento de elegir a los presidentes de los concejos municipales, para que el presidente del Concejo, en cada caso, fuera del partido del alcalde, ha fracasado.
“Frente a la propaganda del miedo que invadió, semanas antes del 16 de agosto, los medios de comunicación, los regidores y los vocales hicieron suya la célebre frase de Franklin Delano Roosevelt: A lo único que tenemos que temer es al temor mismo”, explicó.
Asimismo, agregó que el pasado día 16, fecha de inicio del período constitucional 2016-2020, en los municipios no se produjo ningún tipo de incidente. Por lo tanto, los 1,164 regidores junto a los 813 vocales de distritos municipales acaban de darle una lección a los que presagiaron la entrada inevitable de la muerte a las salas capitulares que se atreviesen a elegir democráticamente a los presidentes y vicepresidentes de los consejos municipales.
Indicó que con su comportamiento los regidores le han hecho un valioso aporte a la cultura democrática y, al mismo tiempo, han dado un paso de avance hacia el cumplimiento de su principal misión, la cual está consagrada en el artículo 201 de la Constitución Política que reza lo siguiente: “El Concejo de Regidores es un órgano exclusivamente normativo, reglamentario y de fiscalización integrado por regidores y regidoras”.
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