Esta vez los verdugos del Estado Islámico castigaron a sus propios compañeros por abandonar el campo de batalla
Siete desertores del Estado Islámico fueron torturados y ejecutados por sus propios compañeros de guerra, que no perdonaron su decisión de dejar las armas y abandonar el campo de batalla, informa el periódico británico “The Daily Star” refiriéndose a un medio de la ciudad iraquí de Mosul.
Según el medio, los siete combatientes fueron sumergidos en contenedores con agua hirviendo colgados de pies y manos y luego recibieron un disparo en la cabeza.
La organización terrorista tiene sus propios tribunales de justicia, que dictan sentencia sobre los militantes que violan los juramentos de la organización o infringen la ley islámica.
No es la primera vez que el Estado Islámico tortura a sus miembros sumergiéndolos en agua hirviendo, pero no se tiene constancia de que anteriormente haya ejecutado a sus propios combatientes disparándoles a la cabeza.
Ahora, con las fuerzas gubernamentales a solo 10 kilómetros de distancia del centro de Al Sharqat, una localidad a 55 kilómetros de Mosul, el Estado Islámico está incrementando la brutalidad hacia sus compañeros de guerra.
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