Coinciden en que la sexualidad debe ser enseñada teniendo la Biblia como referencia
La Fraternidad Pentecostal de Puerto Rico (FRAPE) y el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) firmaron este martes un acuerdo cuyo propósito principal es frenar la integración de la perspectiva de género en las aulas escolares, además de ofrecer talleres de sexualidad humana utilizando la Biblia como libro medular.
De esta manera, ambas organizaciones pretenden defender y proteger la niñez, el matrimonio y la familia tanto en Puerto Rico como en República Dominica.
Aun cuando el Departamento de Educación no tiene preparada una política pública concreta sobre la perspectiva de género, Alberto Rodríguez, presidente de la FRAPE (que representa 27 concilios de iglesias), y Fidel Lorenzo, presidente del CODUE, coincidieron en que la sexualidad debe ser enseñada teniendo la Biblia como referencia.
“Vamos a educar a nuestros niños, adolescentes, a la gente de nuestra iglesia de lo que dice la Biblia acerca de la sexualidad humana”, señaló el reverendo Manuel Fuentes, presidente de la Iglesia de Dios Pentecostal que también formó parte del panel integrado en su totalidad por hombres.
Esta alianza persigue implementar un plan general que constará de cónclaves, talleres, publicaciones y firma de un pacto regional. Se adelantó que durante los cónclaves se discutirán “la problemática de los antivalores promovidos internacionalmente”.
Los líderes religiosos también abordaron aspectos relacionados al nuevo ajuste en la reforma del ObamaCare, que incluye la cubierta de distintos métodos anticonceptivos. “El estado no puede crear leyes que violenten la libertad de sus ciudadanos a expresar libremente su religión. Esto se ha dado con el intento de ObamaCare de imponer el pago de anticonceptivos por los planes médicos”, afirmó Carlos Vázquez, presidente de Puerto Rico por la Familia.
Del mismo modo, el reverendo Lorenzo se refirió a la legalización del aborto terapéutico en República Dominica como “un plan que viene desde el mismísimo centro del infierno”.
Parte del acuerdo, denominado como la Alianza del Caribe y América Latina, asegura que tanto la FRAPE como la CODUE están siendo atacados por “antivalores derivados de la política internacional llevada a cabo por los gobiernos que favorecen las minorías de homosexuales, transgénero, bisexuales y LGBTTB”.