La ARS-SEMMA se ahoga y el Estado en vez de echarle el dinero que debe, le echa más agua
Por Miguel Ángel Fernández, ADP de Mao
El trato dado por el Estado al Magisterio Nacional pone en evidencia la pobre apreciación oficial por la clase docente.
Un ejemplo particular, es que hace 2 años prometieron asignar a los docentes el 10% de las soluciones habitaciones (casas o apartamentos que hiciera el Estado). La ADP-Mao solicitó inmediatamente ocho apartamentos, de los 80 que había construido el Gobierno en la zona oeste de la ciudad de Mao, con tres cartas, en tres momentos diferentes: al Presidente, al Ministro, al INVI, al Gobernador, conjunta o individualmente.
El gobernador llamó al Presidente de la ADP, compañero Ángel Álvarez, para informarle que había dos apartamentos para los docentes de Mao y que le diera nombres, que cogiera uno y diera el otro. Soborno y manipulación evidente. La ADP-Mao respondió criticando tal decisión y reitera la reivindicación de ocho apartamentos.
A las tres o cuatro semanas el gobernador vuelve y llama, ratificando que no hay ni uno más para los docentes, “dos es la cuarta parte absoluta del pírrico 10% que es Ocho”. Dos de ochenta es 2.5% del total de referencia. Eso vale el magisterio en la valoración oficial: 2.5%. Ahí se ve!
Ha aumentado la explotación con una jornada extendida deshumanizada y sin descanso; niega incentivos por evaluación de desempeño; niega los incentivos por años en servicio y regatea y rebaja los incentivos por titulación o especialidad.
La ARS-SEMMA se ahoga y el Estado en vez de echarle el dinero que debe, le echa más agua en complicidad con el sector privado para que termine pronto.
No hay viviendas para los maestros-as
No hay salario profesional que cubra la canasta cultural.
La Carrera Docente es atacada con fiereza. La campaña anti-maestra es implacable.
La carrera casi no es carrera, sino un oficio que puede hacer cualquiera por contrato.
Sin embargo, este es uno de los pocos países donde la Carrera Docente está constitucionalizada. Véase el Artículo 63.5 de la Constitución de la República: “El Estado reconoce el ejercicio de la carrera docente como fundamental para el pleno desarrollo de la educación y de la nación dominicana y, por consiguiente, es su obligación propender a la profesionalización, a la estabilidad y dignificación de los y las docentes”.
La Ley General de Educación la define y el Estatuto Docente la confirma. Pero la Constitución y las leyes en este país son rollos de papel sanitario, aunque haya tusa en la…
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