Con el Plan de Regularización nuestro país está en el ojo de un huracán que le mantiene en intermitente, pasando del bueno al malo de la película
A inicio de este mes de junio las autoridades dominicanas, durante reunión en el Palacio Nacional, evaluaron los procesos del Plan de Regularización de Extranjeros.
En esta actividad, encabezada por el presidente de la República, Danilo Medina, se reseñó como exitosa la ejecución del Plan, que tenía como objetivo inscribir cerca de 210 mil extranjeros y llegó a sobrepasar la meta.
El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro García, expresó para ese entonces que la forma en que el Gobierno aplicó el Plan de Regularización debía llenar de orgullo a todos los dominicanos, al considerar que el mismo se desarrolló de manera integral.
Sin embargo, al cumplirse en esta semana el plazo estipulado para que extranjeros se acogieran al Plan la desesperación marcó el escenario, con interminables filas de haitianos que buscaban regularizarse, muchos de los cuales se quejaban de que en su país de origen les imposibilitaban parte de los procesos, al tiempo de que demandaban prórroga.
Aplicarán Ley Migración con respeto vs demandas
Tanto el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro García, como el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul Fadul, en declaraciones por separado, han informado que el Gobierno dominicano dará garantías de respeto a los derechos humanos al momento de repatriar a sus países de origen a todos aquellos que no pudieran acogerse al Plan de Regularización, finalizado este miércoles.
A fin de garantizar “la integridad en la protección de los derechos humanos y la implementación de mejores prácticas”, la Dirección General de Migración (DGM) ha indicado que para las repatriaciones se contemplaba la asesoría de representantes de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (Conani) y otros organismos del Estado que avalen la regularidad, legalidad y legitimidad de las acciones.
En tanto, ya algunas organizaciones extranjeras han advertido sobre las repercusiones violentas que pueden tener las eventuales deportaciones masivas, principalmente en los niños de origen haitiano nacidos en República Dominicana. Entre estas organizaciones figuran la Fundación Robert F. Kennedy, el Centro de Desarrollo Sostenible (CEDESO) y Open Society Foundations.
Reacción Haitiana – Manifestaciones
Este miércoles la tensión se hizo presente en diversos puntos del país, con filas interminables de indocumentados, llegando incluso a realizarse algunas protestas, como las escenificadas en el Distrito Nacional y Santo Domingo Este.
Se informó que en el centro de regulación ubicado en la sede del Ministerio de Interior y Policía, y frente al Palacio de la Policía, una manifestación fue dispersada con bombas lacrimógenas, debido a que extranjeros haitianos demandaban prolongar el Plan Nacional de Regularización.
A la demanda de extensión del Plan se oponen una serie de sectores de la vida nacional, tal es el caso del diputado por Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Víctor Bisonó, quien pidió que se cumpla «de una vez por todas la Ley General de Migración», tras considerar que «se dio todo el plazo más que razonable para que los ciudadanos extranjeros en condición ilegal pudieran beneficiarse del Plan».
Acciones desde el marco nacional e internacional
Las autoridades mantienen sus acciones, implementando las medidas pautadas que conllevan la implementación de la política migratoria del país y organismos internacionales participan como contraparte observando las medidas implementadas. Mientras, se mantiene la tensión social de grupos que llaman a las autoridades a repatriar los haitianos en contraste con otros que alzan su voz en demanda de que se realicen las acciones en el marco del respecto a los derechos humanos.
Otros focos de atención se centran en la reacción de autoridades haitianas ante un inminente inicio de deportaciones y el drama humano que envuelve a personas de origen haitiano, las cuales alegan no conocer ese país, ya que la vida que conocen es en tierra dominicana.
