No se puede culpar al hermano de Juan de los Santos por las acciones de Luis Feliz Feliz en base a supuesto acorralamiento y abuso de poder. Luis Feliz Feliz “no es la víctima, es el verdugo”
Por Marlenis González
La tragedia que ha enlutado tres familias y al país en general, malogrando la vida del alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos y su escolta, Alcides (Archie) de Jesús Medina, no se justifica en un alegado abuso de poder, del que supuestamente fuese víctima el asesino-suicida.
Nada da derecho a la desgarradora tragedia escenificada en instalaciones de la Federación de Municipio Dominicano (FEDOMU). Y es que se está especulando mucho, cuando seamos claros, los hechos son los hechos.
No se puede culpar al hermano de Juan de los Santos, Richard de los Santos, por las acciones ejecutadas, en base a un supuesto acorralamiento del ahora “víctima”. Sí, porque ahí es donde lo ubican algunos, vendiendo al asesino como una víctima que reaccionó por alegado atropello.
Faltan muchas piezas en este rompecabezas, pero algo está claro, aquí la víctima no fue el asesino-suicida, y el criminal no fue el hermano de Juan de los Santos.
Una revisión como sociedad es pertinente, porque andamos en una jungla, en la que los deudores se muestran como la miel a la hora de buscar la puerta hacia su objetivo, pero a la hora de pagar se llegan a violentar, refiriendo como acosador y culpable la mano que en una ocasión se abrió para ayudar.
Aquí se habla de una relación de confianza, de millones en préstamo, que el criminal supuestamente no se negaba a pagar, pero de ser cierta la historia, ¿dónde se rompe el lazo? Porque no es cierto que una persona reclame abruptamente lo que supuestamente se está pagando en buena lid.
Tanto al escuchar las declaraciones recientes de la esposa del criminal Luis Feliz Feliz, entrevistada por Roberto Cavada; como las del hermano, Ariel Feliz Feliz, entrevistado por Nuria Piera, son muchas las sombras que siguen el caso, por lo que ahora esperemos escuchar las otras campanas.
Es innegable que el asesino-suicida Luis Feliz Feliz estaba endeudado con la familia De los Santos, que actúo como un cobarde, evadiendo posibles represarías con su suicidio, incluso olvidando la mancha que dejaría a su familia, “aquí no es la víctima”.
La base del problema podría ser una cultura oportunista, muy arraigada lamentablemente en algunos dominicanos, con personas que viven vidas de espejismo, endeudándose sin pensar en consecuencias; llenando sus ojos con el poder y el lujo; arrastrando familias enteras con su accionar; y viviendo al límite sin esperar represalias.
Algunos hacen referencias respecto a la cantidad de dinero que tiene la familia del fallecido, con señalamientos como: “por unos milloncitos perder la vida, cuando tiene tantos”, pero de verdad y a la clara, el hecho de que unos tengan mucho, no es cierto, que le da el derecho a otros de quedarse con lo que no es suyo, y para colmo acabar con sus vidas por supuestamente “sentirse acorralado”.
Este suceso nos deja un mensaje muy claro: “Viva hasta donde sus posibilidades le permitan, sin culpar otros por los ciclos que usted ha creado”.
El acorralamiento por deudas asumidas y por dejar su familia en la calle llevaron a Luis Feliz Feliz al accionar con violencia, poniendo fin a dos vidas, enlutando así su propia familia y al país entero.
Luis Feliz Feliz no es la víctima de lo abrupto y el supuesto abuso de poder, es una persona que pagó con muerte la suma de sus consecuencias.
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Sepa que se equivoca en la mayoría de lo que escribe aunque pueda tener razón en una o dos cosas de lo que escribe. Es cierto que el matador fue mas que un puro cobarde e irresponsable porque actuó con asechanza y además no cumplió con las obligaciones que había adquirido, eso lo hace el principal culpable de lo sucedido, pero querer decir que el susodicho Richard no tiene igual culpa es irresponsable de su parte, por las malas acciones y el afán asqueroso por el dinero empujó al homicida a quitar la vida a dos personas honestas e inocentes de este caso, tanto juancito como su guardaespaldas son los grandes perdedores de esta tragedia. Si la justicia no juzga al tal Richard por ser el artífice de este funesto caso al menos la sociedad y Dios lo harán, porque mientras tanto el esta vivo y disfrutando de los millones que quedan en sus manos. El debió advertir a Juancito de las diabluras que estaba cometiendo para que por lo menos tomara medidas de seguridad que hubieran preservado su vida y la de Archi.