Debemos emular a la Mesa de Unidad Democrática (MUD)

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Emulando la MUD, con una unidad monolítica de todos los sectores de la oposición, el resultado será una soberana paliza electoral al PLD

Por Jesús M. Guerrero

El día 6 de diciembre del 2015 será recordado como una fecha histórica por la hermana República Bolivariana de Venezuela. Por primera vez en 17 años el oficialismo, encabezado por el Comandante Hugo Chávez, extinto líder de lo que en vida fuera el chavismo, conoció el sabor de la derrota; irónicamente la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que tiene bastantes motivos para celebrar, no venció al chavismo, este fue aniquilado por el madurismo.

Debemos recordar que fue el mismo Chávez que designó a Nicolás Maduro como su heredero político. Maduro entro al escenario electoral venezolano como un huracán y luego devino en un ventarrón anémico, hoy la Mesa de Unidad Democrática ha dado un ejemplo a toda la dirigencia opositora de Latinoamérica, principalmente a los políticos de nuestro patio. El gran armador de esta coalición de partidos opositores de Venezuela fue Ramón Guillermo Aveledo, quien comprendió que si la oposición venezolana no marchaba unida, el chavismo la ahorcaría por separado.

Hay que aclarar que influyó que la Mesa de Unidad Democrática es un organismo democrático en todos los sentidos de la palabra, no existe cabida para la imposición o también conocida como la “dedocracia”. Cabe destacar que dirigentes como Leopoldo López y Henríquez Capriles fueron determinantes para reivindicar a la oposición venezolana, crearon un liderazgo popular en las calles, las demandas sociales se volvieron sus demandas, sus reclamos fueron las voces de sus comunidades.

Debo hacer esta introducción para poder trasladar mi idea a nuestro país. La oposición dominicana debe dejar los egos a un lado, debemos romper los paradigmas tradicionales, que son la piedra con la que destruyen las esperanzas de cambio que tenemos todos los dominicanos que queremos un mejor país, un cambio de este modelo de gobierno agotado y que sólo privilegia a unos cuantos, mientras embiste a los dominicanos mortales.

Dirigentes de la categoría de Guillermo Moreno, Minou Tavarez, Max Puig y demás yerbas aromáticas deben dejar su empecinado orgullo, comprender lo mismo que comprendieron los hermanos venezolanos, que para desalojar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de la casa de gobierno es con la unidad y el desprendimiento de todos, pero con la capacidad de entender la realidad electoral.

Hay una figura potable, nueva y fresca que se ha colado a base de un trabajo tesonero en las preferencias del electorado dominicano y ese es Luis Rodolfo Abinader Corona, él representa un relevo generacional, una nueva forma de hacer política, con propuestas acordes a nuestras necesidades.

Incluso, los grandes armadores de la Convergencia por un mejor país han sido Luis Abinader, Eduardo Estrella, Fidel Santana, Milagros Ortiz Bosch e Hipólito Mejía, un espacio democrático, que es nuestro equivalente a la Mesa de Unidad Democrática.

La oposición venezolana demostró lo exitoso que puede ser un organismo democrático de esta índole, ahora nos corresponde a los políticos dominicanos emular ese compromiso asumido por la oposición venezolana con su pueblo, deben asumir las demandas sociales de los dominicanos como su grito de guerra, ante las políticas indolentes del oficialismo, que se encuentra en su peor momento.

Un gobierno que debe silenciar periodistas como Marino Zapete y Edith Febles para contrarrestar el desplome de la popularidad del candidato reeleccionista, es un claro síntoma de que este modelo no conecta con la sociedad dominicana actual; es tiempo de un cambio de política y de políticos.

Una coalición encabezada por el PRM, Alianza País, PRSC, Opción Democrática, APD, PHD, Frente Amplio y todos los sectores opuestos al PLD, así como un trabajo arduo en las calles, tomando los reclamos de la juventud, las mujeres, los hombres y demás, pero sobre todo de un sector olvidado y oprimido por el gobierno, la clase media, esto sería el principio del fin del PLD.

Todas las condiciones están dadas para sacar al PLD y sus acólitos del poder. La división morada ya es palpable en toda su estructura, no cuentan con un Bloque Progresista articulado, como en el pasado, ni con el expresidente Leonel Fernández, su primer referente de éxito electoral y líder del sector conservador del país.

Con todo lo acontecido en nuestro escenario político no podemos dejar pasar este momento; es tiempo de emular la Mesa de Unidad Democrática, para propinar una soberana paliza electoral al PLD y esto es posible con el mínimo asomo de una unidad monolítica de todos los sectores de la oposición.

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